En unas semanas tendré la oportunidad de cubrir el evento RESET WEEKEND en Castellón, en el que los asistentes podrán poner a prueba sus ideas y proyectos de emprendimiento.
No es un evento nuevo para mí, ya que contaron conmigo en las dos ediciones anteriores. Pero las nuevas circunstancias plantean un ENORME reto, desde el puto de vista fotográfico:
- Completa incertidumbre, porque si algo nos ha recordado el año 2020, es que las cosas, en 24 horas, pueden cambiar de forma drástica. Por lo tanto partimos de la base, de que el evento podría no tener lugar. O nosotros, podríamos vernos envueltos en circunstancias, que nos impidieran ir.
- Reducido número de asistentes, circulación organizada y poco espontánea. Esto, inevitablemente, reduce el dinamismo de la escena.
- Distancia, distancia y distancia. Entre los asistentes y entre nosotros con los asistentes. Por un lado positivo, porque la distancia del fotógrafo con el asistente hace que no se sienta observado, favoreciendo su espontaneidad (quizás llegó el momento, de invertir en un teleobjetivo).
- La mascarilla como obstáculo expresivo. Lo cual nos va a obligar a centrarnos en nuevos recursos expresivos: La mirada, las manos, los gestos y la postura corporal.
Lejos de desalentar, las nuevas circunstancias son una oportunidad para explorar la fotografía de evento, y estoy deseando formar parte de esta nueva edición del Reset Weekend 2020 de Castellón.
Os dejo con una pequeña muestra de las ediciones anteriores. Y además os animo a participar en el evento
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